El primitivismo —un corpus de ideas, imágenes y vocabularios sobre los culturalmente llamados otros— sugiere que las capacidades mentales y los estilos de pensamiento de esos otros se ven ligados por la irracionalidad y el pensamiento mágico. Estos atributos han sido asociados a la locura en Occidente. Una aproximación más incisiva a la esquizofrenia se logra si reemplazamos la demencia y el primitivismo por sus opuestos. En lugar de una disminución del funcionamiento cognitivo, existe un incremento de la conciencia sobre sí misma o una hiperreflexividad. En lugar de una inmersión en los instintos y emociones, hay una alienación o desapego. Las prácticas “mágicas” y “supersticiosas” que los pacientes de esquizofrenia usan para dar sentido a su experiencia confirman no su supuesto primitivismo, sino su estatus como sujetos modernos.
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