.:: Volumen 44
Si buscamos algunos rastros de la diversidad étnica y cultural de la población mexicana a través de los guarismos recabados por los censos nacionales desde 1895 hasta la actualidad, resulta evidente la escasa aportación de los inmigrantes internacionales al bono demográfico nacional durante el siglo XX.
[Texto completo]El impacto de la presencia española en México no puede medirse cuantitativa, sino cualitativamente. Entre los peninsulares llegados en la etapa de la emigración en masa, la mayoría era de Asturias. Aquí estudiamos a un puñado de ellos, que aparte del origen compartieron la explotación de la industria textil en Puebla. En concreto examinamos tres aspectos: primero su silueta demográfica, que se ajustó al patrón clásico por cuanto al origen rural, la mocedad, la pobreza, las ansias de “hacerse ricos” y el apoyo inicial de parientes y paisanos, puesto que —siguiendo la tradición colonial— llegaron en cadena. En segundo lugar analizamos sus actividades económicas, pues también comprendieron otras ramas de la economía poblana (a veces más allá de las fronteras del estado). Pero no todo el pequeño grupo fue económicamente homogéneo, pues ni aquellos cuya fortuna fue mayor estuvieron a la altura de los grandes capitalistas españoles de la ciudad de México. Por último referimos su inserción social, destacando las causas que la limitaron y la propiciaron, en el conjunto de la sociedad poblana y en una cierta franja de la misma. Es fácil adivinar que en este asunto medió su pertenencia a una clase social específica, lo mismo que al conglomerado de extranjeros más influyente en la historia social de nuestro país.
[Texto completo]En el trabajo se analiza el proceso de inmigración que caracterizó a los chinos establecidos en Baja California, entre 1908 y 1932. Durante este periodo numerosos grupos de trabajadores chinos fueron conducidos a los puertos mexicanos por enganchadores y traficantes, actividad en la que participaron activamente algunas embarcaciones inglesas, japonesas y estadounidenses. Estos inmigrantes fueron necesarios para limpiar grandes extensiones de tierra y preparar canales de riego, por lo que su introducción a Baja California se volvió indispensable pero difícil, dadas las diferencias políticas entre Esteban Cantú y el gobierno federal, por ello la Colorado River Land Company decidió presionar a los funcionarios de ambos lados de la frontera para que el flujo de trabajadores chinos no se interrumpiera. Las relaciones entre la Compañía y los chinos no sólo serían de tipo laboral, pues estos últimos también jugaron un importante papel como sub-arrendatarios, y lograron organizar cincuenta ranchos en el valle de Mexicali dedicados al cultivo del algodón. Durante la década de 1930 su predominio en los campos agrícolas y ranchos algodoneros prácticamente desapareció y sólo conservaron su influencia en las actividades relacionadas con el comercio y la prestación de servicios.
[Texto completo]En este ensayo presentamos, a grandes rasgos, la vida profesional de cuatro cubanas que en México fueron y son conocidas como “las rumberas del cine mexicano”: María Antonieta Pons, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla y Rosa Carmina. Sus experiencias en los escenarios mexicanos se circunscriben a un contexto más amplio que es el de un numeroso y heterogéneo grupo de artistas cubanos que emigró de la isla a México entre los años 1930 a 1950; siendo este territorio en el que definirían en gran medida sus empleos. Las vidas de estas cuatro exitosas cubanas nos permite apreciar más de cerca lo que fue la trayectoria de algunos de los inmigrantes cubanos de aquellos años.
[Texto completo]Desde Pedro Dib, primer inmigrante libanés llegado a México en 1882, hasta Carlos Slim, magnate cuya sola presencia suele desviar cualquier análisis equilibrado acerca del papel multifacético que ha ejercido esta comunidad en la historia, los mexicano-libaneses no han estado ajenos a los estereotipos populares, como tantos grupos étnicos. Definidos como “emprendedores, trabajadores, honestos y confiables”, en una visión creada por el cine de los años cuarenta mediante personajes interpretados por el actor Joaquín Pardavé El baisano Jalil y El barchante Neguib, la imagen apenas habla de la muy importante participación que han tenido los libaneses en la vida profesional, política y académica de México; destacando en este último rubro como profesores, investigadores, presidentes de sociedades, directores de revistas, jefes de departamentos, subdirectores y directores de hospitales, institutos, facultades, juntas de gobierno, patronatos universitarios y fundaciones; inclusive, obteniendo premios nacionales y universitarios o formando parte de El Colegio Nacional. Una presencia virtuosa y exitosa de esta comunidad en México.
[Texto completo]CRISTAL BRUÑIDO
Analizaremos las imágenes aportadas por Otto Roher considerándolas como figuraciones-ventana, figuraciones-espejo, figuraciones-regla y figuraciones-museo. Cualquier investigador social debe aprender a distinguir estos cuatro tipos de interpretación derivados de la imagen.
Me disculpo por el retraso en llevar a cabo esta réplica, lo cual obedece al azar porque no pude consultar dicha reseña sino hasta finales de 2007. Normalmente no acostumbro a ejercer el derecho de réplica sobre ninguna reseña acerca de mis trabajos; sin embargo, considero la recensión citada como un ejercicio que se limita a la opinión, y como buena parte del escrito se abandona a afirmaciones problemáticas ameritan una respuesta.
[Texto completo]La casualidad aleatoria de sucesos y acontecimientos que rigen el destino de nuestras vidas preocupó durante muchos años a historiadores y antropólogos. La conexión justa o fortuita entre los eventos y las interpretaciones de ellos, trabada como los engranes de una interminable cadena, explicaría no sólo de dónde venimos, acaso también a dónde vamos.
[Texto completo]La autora ofrece registros de la acción ritual, análisis de textos rituales y, sobre todo, exégesis indígenas: información detallada sobre los significados atribuidos de manera consciente a los rituales por sus actores. No existe aspecto alguno de las ceremonias que no tenga su sentido. Sin embargo, estos sentidos siempre son polisémicos.
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