Este artículo está basado en el análisis del material recabado durante el trabajo de campo antropológico acerca de la microproducción desarrollado en Lima entre octubre de 1990 y diciembre de 1991. En primera instancia se identifican las distintas formas de subcontratación y se argumenta que esta práctica está muy lejos de ser un proceso en el que no interviene el género; afecta sobre todo a los empleos de las mujeres. Más adelante se apuntan las diversas relaciones que existen entre el sector de gran escala y el de pequeña escala. Ambos pueden estudiarse como parte del mismo proceso de producción, y de esa manera comprenderemos mejor la cadena de subordinación creada por la subcontratación como resultado de la necesidad (y el deseo) que tienen los productores de pequeña escala -que trabajan por encargo para las grandes industrias- de transferir parte de su subordinación a sus empleados. El resultado es un deterioro de las condiciones de trabajo, especialmente para las mujeres.
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