Los censos de población son vistos desde una doble perspectiva: como método estadístico y como herramienta clásica de la demografía. Sin embargo, una mirada en el tiempo tiende a complejizar el problema, pues también es herramienta de tributación y de organización social, lo que obligaría a reconceptuarlo, no desde el Estado sino desde la sociedad misma, desde los grupos sociales. Un censo es ante todo un registro antropológico y sociológico que viene con los grupos; punto de partida para la ciencia social y para el Estado. La antigua Roma atestigua esto ya que su historia no oculta nada. En este artículo hacemos esta reconstrucción.
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