Remotos y diversos han sido los registros que el hombre ha ideado para dejar constancia de las distintas realidades de su entorno y de los sucesos más relevantes de su acontecer. Las más antiguas representaciones datan de la era paleolítica y se encuentran en cavernas de diferentes partes del mundo donde aparecen bisontes y rinocerontes. Resulta poco probable que estas figuras sirvieran únicamente como elementos decorativos; más bien, según sugieren algunos especialistas en el tema, estaban vinculadas con ciertas propiedades mágicas, pues, al parecer, el dibujante adquiría determinados poderes sobre el animal u objeto plasmados.
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