La narrativa y las artes gráficas se hacen presentes para documentar nuestro conocimiento sobre la historia de nuestra cultura visual-sexual y los modos de ver e imaginar el mundo entre los géneros. Este artículo se divide en dos partes; primera, en la novela Santa, de Federico Gamboa, se contempla la relación entre narrativa y artes que conformaron un andamio para la creación de modelos femeninos con valores maniqueos de bondad versus maldad. Segunda, el cuerpo femenino erótico desde las artes gráficas es muestra de un régimen visual de sexualidad que sostuvo el ordenamiento y la clasificación de un ser femenino infractor, para didáctica y cuidado de las mujeres de la época. Así, entre el proceso de visualizar y la mirada como testimonio, se evidencia la presenta de la diferencia sexual, inscrita en el mismo lenguaje tanto como en la formulación del acto de mirar.
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