CRISTAL BRUÑIDO
En Guerrero, Octavio Bertrand volvió a Huitzuco a fines de agosto, para invitar a los miembros del Club Juan Álvarez a prepararse para la lucha armada. Aceptaron y nombraron como jefe de las fuerzas revolucionarias en gestación a Ambrosio Figueroa, por su ascendencia política y conocimientos militares. En octubre la Junta Revolucionaria Central de la Ciudad de México les hizo llegar 50 carabinas y cinco mil cartuchos, las cuales guardaron y quedaron a la expectativa.