En este ensayo se reflexiona sobre el hecho de que, lejos de haber sido superado, el pensamiento mágico ha resurgido desde las condiciones propias de la sociedad moderna en la que prevalece la razón occidental y se hace mención de algunos casos ilustrativos de este fenómeno: la imaginación científica; el rechazo maquinístico; las atribuciones del progreso; el fetichismo de la mercancía y el mismo fetichismo tecnológico; el tecno-chamanismo y la ciber-espiritualidad. Se plantea que el desencantamiento percibido por Max Weber y las certezas de la sociedad secularizada no fueron suficientes para recubrir las fisuras y evitar el retorno de lo reprimido, incluso “por otros medios”. Sin embargo, el pensamiento mágico reaparece en la actualidad en condiciones que permiten superar las limitaciones de una concepción estrecha de la “razón científica”, como lo fue durante los siglos XIX y XX. En nuestros días se configura un panorama en el que, al lado de cierta resacralización, se vislumbra de modo paralelo una desmistificación sobre lo que ha sido la propia visión moderna.
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