CRISTAL BRUÑIDO
A inicios del siglo XX, la ciudad de México era alimentada todavía por la mayor parte de los ríos heredados del periodo colonial. Actualmente, para desgracia de sus habitantes, casi todas esas corrientes fluviales se han secado o han sido entubadas. Una de las más importantes fue el río de la Magdalena, sus derrames se formaban en el sur de la Cuenca de México con las aguas que caían de la parte occidental de la sierra del Ajusco, en la Sierra de las Cruces, trazando desde su origen un trayecto a cielo abierto de 28 kilómetros aproximadamente, hasta su unión con las aguas de los ríos La Piedad y Churubusco.