Más allá de los cinco sentidos, las ontologías indígenas valoran otras formas de percepción y comunicación para aprehender al mundo real. Estas facultades extrasensoriales son frecuentemente rechazadas por sectores europeizados que las califican como irracionales, supersticiosas e irreales. A pesar de la desvaloración de dichas maneras de percibir la realidad, ellas han impregnado el sustrato de la cultura mexicana y ofrecen visiones alternativas sobre la relevancia de la percepción extrasensorial y su valor epistemológico y comunicativo. Una de dichas facultades se manifiesta en los sueños. Con el fin de destacar el valor de los sueños como sentido —medio de percepción, conocimiento y comunicación— exploro su relevancia dentro de las culturas mexicanas por medio de un acercamiento autoetnográfico. En él reflexiono sobre experiencias personales en mi vida intercultural en México, como antropóloga y como soñadora.
[Texto completo]