El amplio territorio del Altiplano Central de México, que abarca las regiones del Mezquital, el Bajío y el norte del Estado de México, ha sido objeto de diversos estudios y de grandes discusiones entre los investigadores en el campo de la antropología y la historia.
El Valle del Mezquital, por ejemplo, zona actualmente ocupada por el grupo otomí, constituye una de las regiones más controversiales y objeto de múltiples intentos de análisis sobre las características etnográficas de ese grupo, debido a la escasez de materiales e información histórica referida a los diferentes grupos y culturas que se han sucedido en el tiempo y en el espacio señalados. Hoy en día aún no se sabe con claridad el rol que desempeñaron cada uno de ellos en el proceso histórico de Mesoamérica.
En el Bajío, caso contrario, con una disponibilidad mayor de fuentes para su estudio, se ha tendido a privilegiar los análisis a la conformación de la hacienda y su élite, así como los diferentes movimientos armados desde la Independencia hasta los movimientos sinarquistas y cristeros, mientras que en Jilotepec, la región del norte del Estado de México, los estudios son aún más escasos, esporádicos y muy locales. Estos esfuerzos nos indican una presencia predominante en el tiempo y en el espacio del grupo y la cultura otomí, a partir de sus orígenes hasta nuestros días.
Esta desigualdad en relación a los conocimientos que presenta esta amplia unidad territorial y étnica provocó la inquietud en diferentes investigadores, de iniciar estudios que les fueran útiles para reconstruir los procesos o dinámicas que vinculan a la sociedad con su entorno. Algunos de ellos, a nivel personal y en tiempos diversos, aceptaron el reto y plantearon proyectos encaminados a elaborar análisis con esa finalidad y convocados por Ana María Crespo y Fernando López Aguilar, formaron un equipo de investigación bajo el nombre de “Los ñahñuh de la frontera norte: territorialidad y tiempo”.
A partir de la creación de este grupo, las investigaciones tienden a dejar de lado el enfoque tradicional basado en el análisis de patrones culturales homogéneos, y se encaminan a tratar de abordar el estudio de la región a partir del enfoque integral.
En marzo de 1997,1 biólogos, antropólogos, historiadores, antropólogos físicos, etnohistoriadores y arqueólogos, sostuvieron una reunión en donde presentaron los avances de sus proyectos. En dicha reunión quedó de manifiesto que, efectivamente, algunos autores abordaban problemáticas para la región poco comunes hasta ese momento y, además, que las metodologías aplicadas tenían un común denominador: el enfoque territorial. Los análisis ofrecidos en esa reunión mostraron un claro esfuerzo por sustituir los estudios regionales que enfatizaban la forma y propusieron, por el contrario, el análisis de las relaciones de los actores sociales y su evolución.
El pretender rescatar y desarrollar la visión integral del conocimiento en su más amplia dimensión cultural, como antiguamente era considerada la antropología mexicana por sus fundadores, ha sido uno de los objetivos de la revista Dimensión Antropológica, por lo que el Consejo Editorial consideró apropiado presentar al conjunto de la comunidad académica los resultados de la reunión de marzo, intentando contribuir de esta forma a definir y destacar el valor de la investigación antropológica. Con este objetivo en mente se le solicitó a la antropóloga Rosa Brambila Paz reuniera dichos trabajos, con el fin de ofrecer un volumen que diese cuenta, en su conjunto, de los avances que se han obtenido sobre la región de los otomíes.
Cabe señalar que la totalidad de los trabajos excede en páginas a las que normalmente aparece en cada uno de los números de la revista, sin embargo el Consejo Editorial juzgó pertinente editarlos como una unidad, asignando al presente volumen, en consecuencia, dos números de la serie (9 y 10).
De esta manera se integraron todas las colaboraciones con la coherencia debida. El resultado se manifiesta en el tratamiento de los aspectos particulares relativos a las diversas regiones norte-centro, con diferentes grados de profundidad; así como las descripciones ambientales de la zona, los estudios de las migraciones actuales, pasando por las modificaciones sufridas durante el periodo colonial y a lo largo del siglo XIX. Algunos trabajos son noticias descriptivas de descubrimientos, otros presentan análisis concretos, unos más son propuestas de interpretación, pero a final de cuentas todos ellos incluyen información inédita y desconocida de la región.
Agradecemos a los organizadores de la reunión, en especial a Rosa Brambila Paz y a los autores, hayan cedido sus derechos para publicar sus trabajos en la revista Dimensión Antropológica, apoyando de esta manera, con su esfuerzo, la labor editorial que lleva a cabo desde su primer número.
El Consejo Editorial
Citas
- El proyecto Provincia de Jilotepec, auspiciado por Conacyt H4261, convocó a una reunión cerrada de investigadores de la región. [↩]