El propósito de este trabajo es descubrir los elementos culturales que utilizan los hñähñu para nombrar los objetos del mundo utilizando los nombres de las partes del cuerpo humano.1 La lengua hñähñu, más conocida como otomí, es una lengua de la familia otopame perteneciente al grupo otomangue, que es hablada en el centro de México, en los estados de Puebla, Hidalgo, Querétaro, Estado de México y el Distrito Federal. Además, ésta es una de las lenguas que tiene una presencia importante en varios lugares de los Estados Unidos de América. Los datos presentados en este trabajo provienen del corpus recopilado en dos de las tres comunidades hñähñu del municipio de Pahuatlán, Puebla: Xochimilco y San Pablito, que comparten la misma variante. Los datos se obtuvieron durante tres temporadas de campo (julio y noviembre de 2007 y marzo de 2008).2
Pahuatlán (del náhuatl Pahua-tlan, “fruta-lugar”, “Lugar de los frutos”) se localiza en la parte noroeste de la Sierra de Puebla, asentada sobre una pequeña planicie de las laderas del cerro de Ahila. Para el año 2002 la población de Pahuatlán del Valle era de 3 050 habitantes, la de San Pablito de 2 760 y la de Xochimilco de 635. La población total del municipio era de más de 18 000 habitantes.
Colinda al norte y suroeste con el estado de Hidalgo; al noroeste con el municipio de Honey, al sureste con el municipio de Naupan y al noreste con el municipio de Tlacuilotepec, todos ellos pertenecientes al estado de Puebla.
Léxico de las partes del cuerpo humano en hñähñu (en lo sucesivo PC)
En esta lengua encontramos términos para las PC de dos tipos: simples y compuestos. Los lexemas simples están constituidos por una raíz y no presentan mayor análisis, algunos ejemplos:
Los lexemas compuestos están formados por dos o más morfemas, donde no siempre la primera raíz de un compuesto funciona como modificador.
Todos los lexemas de PC forman parte de la clase de palabra sustantivo.
Para el análisis léxico de estos términos debemos considerar algunos aspectos gramaticales de los modificadores del núcleo del sintagma nominal, que tienen funciones tales como: indicar el número, la posesión y las cualidades del sustantivo. En este trabajo nos centraremos únicamente en el artículo y el fenómeno de la posesión abarcando los límites de su obligatoriedad, tomando como base para ello el trabajo de Echegoyen Gleason, y del que podemos sintetizar el siguiente cuadro sobre el artículo.3
En nombres propios es obligatorio el uso del artículo, por ejemplo, no se puede decir Xuan “Juan” sino ra Xuan “el Juan” a menos que sea un llamado a la persona.
Posesión
Hay dos formas para marcar la posesión: mediante los proclíticos y por yuxtaposición, por ejemplo:
En cuanto a la posesión, los pronombres posesivos pueden aparecer como morfemas ligados o como morfemas libres, denominados proclíticos.
El número del poseedor aparece sufijado al sustantivo poseído.
Para la tercera persona singular el pronombre posesivo será rá, como en: rá meša “su mesa” (de él / ella), pero el pronombre de la tercera persona plural crea construcciones ambiguas, por ejemplo, yá meša puede significar: a) “la mesa de ellos”, b) “las mesas de él” o c) “las mesas de ellos”, que aún agregando el enfatizante –’u4 no se desambigua, así: yá meša’u sigue teniendo los mismos tres significados.
El número de lo poseído. Cuando el número del sustantivo poseído es plural y el poseedor es 1a. o 2a. persona singular, es necesario sufijar el pronombre enfatizante de 3a. -’u para indicar el número plural:
Los términos de las PC en el hñähñu siempre aparecen poseídos, aún cuando no se quiera especificar al poseedor se debe emplear la forma impersonal ní para decir ní yæ n’a (ní “su”, yæ “mano”, n’a “uno”) “la mano de uno” (la mano de alguien).
En el listado de términos de las PC en hñähñu que se presenta en la tabla 1.5 no se incluyen ni el artículo ni la posesión. El corpus de este campo da cuenta de 127 términos obtenidos de un total de 14 hablantes de diversas edades, sexos, ocupaciones y escolaridad.
Para nombrar los distintos huesos que componen el esqueleto humano, se yuxtapone el lexema to’yo “hueso” al término de la parte del cuerpo donde se localiza dicho hueso, por ejemplo: to’yotaški (to’yo “hueso” + taški “nalga”), “pelvis” y así los demás: to’yobuesé “caja toráxica” to’yodabišinši “omóplato”, to’yokua “al conjunto de huesos del pie”, to’yoti’iña “esternón”, to’yo¢ahá “al conjunto de huesos del dedo de la mano”, to’yošinši “clavícula”, to’yošiñu “tabique nasal”. Estos términos no están incluidos en la tabla 1 puesto que aumentarían innecesariamente la lista. Sí se incluyen los términos de huesos del cráneo que tienen su propio nombre:
Extensión semántica
El fenómeno de extensión semántica se produce a partir del reconocimiento de alguno o algunos rasgos semánticos de las PC en otros objetos del mundo.
Las lenguas comúnmente emplean los nombres de las PC para nombrar las partes de las diversas entidades del mundo, sin embargo, no es la única fuente, en algunos de los ejemplos que revisaremos más adelante aparecen casos donde el proceso es al contrario, aunque son los menos y hay otros casos, en los que no podemos determinar la fuente de la proyección, por ejemplo si en español hablamos del “tronco del árbol” podemos reconocer que el término “tronco” es el mismo que empleamos para denominar una PC, aquella donde se conectan las extremidades y el cuello, y sin más elementos no podemos implicar o negar que la proyección sea en uno u otro sentido.
En este trabajo se muestra que la lengua hñähñu tiene como modelo el antropomórfico y es la fuente de la proyección. En cuanto a la proyección semántica observamos que ni todos los términos de las PC se proyectan en los otros objetos del mundo, ni es en la misma proporción.
Así, el campo Partes del cuerpo humano establece una relación distinta con cada campo semántico en cuanto al número de términos que comparten. Por ejemplo, la cantidad de términos de PC que emplea el hñähñu para nombrar las partes del cuerpo de los animales es mucho mayor que con otros campos semánticos, lo que se explica fácilmente puesto que hay una mayor cercanía fisonómica y funcional (en tanto que son partes y órganos de un cuerpo vivo).
En esta lengua el hombre y el animal prácticamente comparten los mismos términos para las partes externas e internas, con excepción
claro de aquellas que son propias de la especie, tales como: cuerno, pluma, rabo, pico, aleta, branquia, escama, etc.
Los rasgos significativos que ven los hñähñu de San Pablito y Xochimilco, Pahuatlán, en las PC y que identifican o proyectan en los otros objetos del mundo, son: forma, función, posición6 y propiedad.7
El rasgo semántico “propiedad” surgió al tener que dar cuenta de casos como el de šitiña, donde el término ña “cabeza” recibe el lexema Viti “carrizo” cuyo rasgo de proyección no es de forma o de función sino una propiedad: la de ser frágil, quebradizo.8
El caso de šitikua ‘espinilla’ es diferente porque la proyección de la forma es evidente, aunque también aparece el rasgo de propiedad.
La extensión semántica podemos apreciarla desde los procesos de formación de palabra. En la tabla 2 podemos encontrar lexemas que implican proyección semántica y otros que no.
Aunque la construcción de lexemas compuestos nos lleve igualmente a identificar y nombrar una PC que es una fracción o lugar de otra PC, observamos que, dependiendo del lexema que interviene en la yuxtaposición, en unos casos la función del modificador es únicamente delimitar una porción de la PC (1-5 de la tabla 2), o la de especificar una característica o propiedad de ella (6-7 de la tabla 2). En estos casos no encontramos proyección semántica, ya que en el proceso de formación no interviene ningún rasgo semántico.
En los otros casos podemos observar la proyección semántica. Por ejemplo en 8, la vejiga es vista como una bolsa para la orina; en 9, 10 y 11 una parte de la PC, por su forma o posición, adquiere el término de otra PC:
Con lo que tenemos la siguiente lectura: pantorrilla= estómago de la pierna.
Otro tipo de casos son aquellos donde los rasgos de una PC con un cierto modificador se proyectan para dar nombre a una PC distinta, que es el ejemplo en 13. tiixaní donde los rasgos de “lengua” son proyectados en la glotis y el modificador es un mesurador.
Con lo que tenemos la lectura: glotis= lengua pequeña.
Metodología
Para la obtención y validación del léxico de PC se procedió con: a) evocación libre, b) cuestionamiento, c) identificación de partinomia, d) sistematización, e) análisis 1, f) validación, g) localización extensional de los referentes, h) descripción de PC, i) descripción de objetos del mundo y j) análisis 2.
a) Evocación libre. Consistente en el registro (grabado o videograbado) de la mención libre del hablante de las PC que conoce. Además de la obtención del léxico de PC, este material nos permitió comprobar la hipótesis acerca de que los términos cara, cabeza, ojo, boca y mano aparecen entre los primeros cinco o diez evocados libremente por cualquier hablante de cualquier lengua.
b) Cuestionamiento. Posterior a la evocación libre y con base en los términos obtenidos se formulan preguntas directas al hablante sobre si existen más términos, y conforme los menciona se registran.
c) Identificación de partinomia. Se ofrece al hablante una serie de imágenes (13 láminas) que representan el cuerpo humano, femenino y masculino, así como de diferentes regiones de él para que nombre las PC que identifica en dichas imágenes (que se ilustran en la página siguiente).
d) Sistematización. Los términos obtenidos en las etapas anteriores son organizados y sistematizados para su comparación y análisis. Este proceso implica la unificación de los listados de los hablantes.
e) Análisis 1. Una vez sistematizados, los términos son analizados léxica, fonológica y morfológicamente.
f) Validación. Una vez realizados los procesos anteriores se procede a nombrarle al hablante cada uno de los términos en su lengua —en nuestro caso el hñähñu—, solicitándole los defina, describa y relacione para llegar a su significado. Este procedimiento nos permite validar nuestro registro tanto semántica como formalmente.
g) Localización extensional de los referentes. Igual que en el proceso anterior, al hablante se le van nombrando los términos de pc en hñähñu, solicitándole que en ilustraciones del cuerpo humano coloree la extensión completa de la parte nombrada. Esto nos permite delimitar extensionalmente la PC y por consecuencia al término.
h) Descripción de PC. Consistente en el registro de las características y rasgos con los que los hablantes describen e identifican cada PC. Esto nos permite detectar los rasgos semánticos distintivos de cada PC en el hñähñu.
i) Descripción de objetos del mundo. Consistente en el registro de los términos de las partes de diversos objetos del mundo, identificando igualmente las características y rasgos con los que los hablantes describen e identifican cada una de sus partes.
j) Análisis 2. A partir de la detección del uso de términos de PC para nombrar las partes de otros objetos del mundo y de los rasgos semánticos distintivos en cada dominio se determinan cuales son los rasgos semánticos distintivos que se proyectan de cada PC.
El análisis de los resultados permitió hacer la caracterización de los rasgos que presento inmediatamente después de cada uno de los términos de PC hñähñu/español bajo el título términos relacionados, y de los que revisaremos algunos ejemplos que nos permitirán observar la extensión semántica a otras entidades y muy principalmente los rasgos implicados en ella.
A continuación se analizan algunos ejemplos de proyección semántica de términos de PC en el hñähñu valiéndonos de cuatro columnas donde aparece un término o expresión que incluye la PC a analizar, descomposición y su traducción literal, sentido del término o enunciado y finalmente los rasgos proyectados.
En un palo (¢a “tronco”) el extremo es ña, pero no cualquier extremo, pues fijándose primero en el grosor, la parte más gruesa es abajo y la más delgada es arriba, en el caso de que sea del mismo grosor, en la veta y los nudos se sabe para donde crece, y ahí tiene su ña.
A la loza de concreto también se le llama ñangu “ya que no hay nada más arriba de ella, es el techo”.
El término para cabeza ña, vista como el remate de los objetos no debe considerarse automáticamente como lo más alto, sino como la parte final. Así en el brazo extendido, sea hacia arriba o hacia abajo, la punta de los dedos son ña porque es lo extremo. Igualmente el término ña aparece en expresiones que indican que una persona “es cabeza” o “encabeza” a un grupo; ahí el rasgo9 es la función=ser la parte importante, “la que gobierna lo demás”.
En algunos objetos, por ejemplo un cubo o una columna, podemos reconocer varias “caras” y en este caso el término hmi está asociado a superficie; pero en otros objetos, aunque tengan varias caras, por ejemplo una lavadora (casi cúbica) o una cajonera, una de sus caras se identifica como “la cara” del objeto: sin importar la posición de una cajonera (pudiera estar con los cajones contra la pared) el lado donde están los cajones será su hmi. En un caso (el de la columna) el término está asociado a superficie y en el otro a la noción de identidad.
hmi está entre los términos en los que opera una extensión metonímica (de la parte al todo) en la cual el término de una parte se extiende para nombrar una porción contigua mayor: hmi “cara” ~ “frente del cuerpo”; šutá “espalda” ~ “la parte de atrás del cuerpo” (imagen en la página siguiente).
La determinación de que la extensión va en el sentido de la parte → al todo, es en acuerdo con la afirmación de que las categorías más abstractas tienen su base en las categorías más concretas.10
Es muy factible que tɔ “ojo” provenga de to “piedra”.
Algunos términos de PC proyectan más de un rasgo, por lo que no es simple identificar cuál o cuáles son los rasgos que están proyectando; por ejemplo ne “boca” presenta los rasgos de redondo y de entrada/salida, pero al preguntar a los hablantes si se le puede llamar ne a la entrada de una grieta, su respuesta fue negativa; a pesar de tener una abertura y profundidad (condiciones supuestamente suficientes y necesarias para “boca”), destacan otro rasgo: “para grieta se emplea el término de algo que se abre”, šogi “abrirse”.
La vulva es visualizada (al igual que en el español) como una boca, tanto que apareció el término šinešixi (labio-vulva) para referir los “labios de la vulva”.
Es importante mencionar que, a diferencia del español, que emplea el término “patas” para manos y pies en los animales cuadrúpedos, esta lengua sí los particulariza léxicamente.11
A reserva de revisar más ejemplos, lo que destaca en los aquí revisados es que éstos corresponden extensionalmente (mano ~ brazo), con “brazo” en tanto que la yae del árbol y del cerdo12, aunque presentan analogía física con la mano humana, no la hay con la función: agarrar, asir.
En las PC se pueden identificar y nombrar otras partes (o sea, las partes de las partes) yuxtaponiendo, como ya vimos antes, otras raíces.
Para entender šuta como la parte de atrás del cerdo tenemos que apelar a la noción de verticalidad emanada del modelo humano.
El árbol además de kua tiene ndui que son las raíces (aplica a todas las plantas)
En el caso de šitikua “espinilla” kua “pierna” mantiene su significado inalterado y recibe la raíz nominal correspondiente a carrizo de la cual podemos reconocer una extensión semántica por la forma, aunque también permea la propiedad de ser duro y quebradizo. En este caso es la PC la que recibe la extensión de otro objeto del mundo.
Igual que en el caso de šitikua “carrizo-pierna”, en thoni “piedra-gallina”, es la PC quien recibe la proyección de una entidad de otro campo semántico.
Además existe una forma en alternancia para el huevo de ave que es t’aši “blanco” o “blanquillo”, donde el rasgo que se destaca del huevo de ave para su nominalización es ser blanco. Esto puede estar hablándonos de una trayectoria en la proyección, donde para la PC testículo se usa el término ‘huevo’, y cuando la carga semántica del término “huevo” se vuelve equivalente al término “testículo”, se opta por el término “blanquillo” para diferenciar el huevo de ave.
En la formación de los términos compuestos de las PC se identifican algunas raíces que funcionan como modificadores del lexema al que se le yuxtapone:
Como base o asiento refiere a los objetos cuya base es ancha (refrigerador, estufa, tinaco) e inicio cuando marca la parte donde inicia algo. Aunque ndui- y di- aparentemente están en variación libre se empezó a dibujar un patrón que permitía establecer que ndui- estaba relacionado con “inicio” y di- con “base”.
Sin embargo el caso de šano “olla” viene a romper dicho patrón.13,14,15
Conclusiones
Lo que podemos destacar del análisis de los datos son cinco puntos:
1. Hasta el momento en mis datos no se ha presentado en esta lengua un lexema compuesto de PC que haga extensión semántica hacia otro campo semántico que no sea el del propio cuerpo humano o el de los animales. Lo que nos permite caracterizar o establecer una primera restricción de la extensión semántica en esta lengua.
2. De los 33 términos simples o básicos en el corpus, sólo en 14 de ellos se observa extensión semántica; la mitad de estos (7) corresponden a la cabeza y la otra (7) al resto del cuerpo.
3. Los rasgos de proyección que aparecen son: forma, función, posición u orientación y propiedad; en algunas proyecciones participa sólo uno de ellos, pero en otras pueden ocurrir más de uno dependiendo de los rasgos significativos implicados.
4. El rasgo que se proyecta más frecuente en el hñähñu es el de forma.
5. Otro aspecto que se observó en algunos términos de PC en esta lengua, aunque no se analizó, es la presencia de procesos de gramaticalización en la formación de locativos, por ejemplo:
En el caso de rá maña ra refrigerador observamos que el término maña tanto se aplica para nombrar una parte del objeto (la parte superior) como al área contigua (arriba de…)
En el caso de rá hmi ra ngu observamos que el término hmi tanto se aplica para nombrar una parte del objeto (la parte frontal) como al área contigua (frente a…).
Bibliografía
Bourdin, Gabriel, El cuerpo humano entre los mayas. Una aproximación lingüística, Mérida, Ediciones Universidad Autónoma de Yucatán, 2007, p. 205.
Echegoyen Gleason, Artemisa, Luces contemporáneas del otomí. Gramática del otomí de la Sierra, México, ILV, 1979.
Holenbach, Barbara E., “Semantic and Syntactic Extensions of Copala
Trique Body-Part Nouns”, en Homenaje a Jorge Suárez, P. Levy y B Garza Cuarón, México, El Colegio de México, 1990.
López Austin, Alfredo, Cuerpo humano e ideología, México, IIA-UNAM, 1980.
MacLaury, Robert E., “Zapotec Body-Part Locatives: Prototypes and Metaphric Extensions”, en IJAL, vol. 55, núm. 2, 1989, pp. 119-154.
Sweetser, Eve, From Etymology to Pragmatics. Metaphorical and Cultural Aspects of Semantic Structure, Cambridge, Cambridge University Press, 1990.
Sobre el autor
Francisco J. Peral Rabasa
Dirección de Lingüística, INAH.
Citas
- Trabajo presentado en el VII Coloquio de Lingüística de la ENAH, 16-18 de abril de 2008, Ciudad de México. Las imágenes empleadas provienen de diversas fuentes, algunas proceden de Alfredo López Austin, Cuerpo humano e ideología, 1980. Esta investigación forma parte del Proyecto de Investigación Formativa (PIF) Lengua y Cultura de la ENAH y del Seminario Interinstitucional Permanente de Antropología Lingüística DL-INAH/IIA-UNAM. El PIF y el Seminario involucran a varios alumnos e investigadores que estudian el mismo tema en diferentes lenguas indígenas mexicanas. [↩]
- Mi agradecimiento y reconocimiento a Maribel Santos, Manuel Cantera, Enrique Vicente, Cristina Zoyoquila y Vicente Trejo, hablantes nativos del hñähñu, oriundos de San Pablito y Xochimilco, Pahuatlán, por su apoyo; así como a los valiosos comentarios y observaciones de Susana Cuevas, Michael Knapp y María Ambriz, DL/INAH, de Néstor H. Green, Universidad Autónoma de Querétaro y de Itzel Vargas, ENAH. [↩]
- Artemisa Echegoyen Gleason, Luces contemporáneas del otomí. Gramática del otomí de la Sierra, 1979. [↩]
- El hñähñu cuenta con cuatro series de “pronombres enfatizantes del sujeto” que tienen la función, como su nombre lo indica, de resaltar a la persona que expresan, el enfatizante -’u. corresponde a la 3a. persona. [↩]
- En esta lista no aparecen los términos de los diversos huesos por las razones prácticas que se explican más adelante, pero si requerimos una lista en español-hñähñu debemos incorporar términos tales como “pelvis”, “tórax”, entre otros. [↩]
- Posición ~ orientación. [↩]
- Propiedad ~ cualidad. [↩]
- En este caso es la PC la que recibe la extensión de otro objeto del mundo, este ejemplo no echa por tierra la postura de que es el modelo antropomórfico el que genera la extensión, por ejemplo en español encontramos expresiones tales como “limpia la nariz del carro” o “me rompí el tabique nasal”, donde en el primer caso la PC se proyecta en el objeto “carro” para nombrar una parte de él, y en el segundo un término de otro campo semántico, “materiales de construcción”, se proyecta sobre una parte de una PC para nombrarla. [↩]
- El aspecto identitario se explica puesto que los rasgos principales para identificar a cualquier persona se encuentran en la cara: color de piel; forma y color de ojos; forma y tamaño de la nariz, la boca, las orejas, las cejas, las pestañas, labios, barbilla, cachetes; la forma de la cara (redonda, ovalada, alargada), etcétera [↩]
- Eve Sweetser, From Etymology to Pragmatics. Metaphorical and Cultural Aspects of Semantic Structure, 1990. [↩]
- La argumentación de los hablantes tiene que ver con las diferencias anatómicas entre las extremidades superiores y las inferiores. Tampoco podemos referirlas como delanteras y traseras puesto que en la concepción hñähñu hay una noción de postración de la verticalidad en los animales (básicamente cuadrúpedos) que revisaré en un trabajo futuro. Otro argumento es que esta distinción es importante cuando se les tiene que poner una inyección (vacunas), ya que unas se aplican en yae y otras en kua (aunque ciertamente esta es una explicación muy reciente). [↩]
- La inalienabilidad de las partes del cuerpo se hace más evidente cuando revisamos el caso de: rá yae ra ¢iuti – su mano del cerdo (estando vivo) / ra boho ¢iuti – la mano de cerdo (para comer). Al momento de estar separada del cuerpo ya no puede ser nombrada con el mismo término. [↩]
- Si para corva en lugar de bikua se empleara el mismo criterio de tomi-doblar se tendría tokua, pero ese término ya existe y es para nombrar otra PC: “tobillo”, así que para la corva se emplea bi- detrás o no visible. [↩]
- Que otros refieren como rá šutazakú (su espalda de la oreja). [↩]
- Que no significa “abajo de…” hoi ra meša (abajo de la mesa) “debajo de la mesa”. [↩]