Jilotepec en los mitos del Bajío

En la recomposición de las sociedades indígenas bajo el gobierno novohispano fue fundamental su sentido territorial, ya que actuó como núcleo integrador y cohesionador de la nueva identidad comunitaria. Las tierras de la comunidad quedaron circunscritas dentro de una demarcación señalada y aceptada por el nuevo orden, lo que también fue así reconocido por quienes habitaban en su colindancia. Este territorio se constituyó en una entidad política -donde la comunidad llevó a cabo sus actividades económicas y sociales básicas- que a su vez persistió en ella el carácter sagrado, impreso por la protección de las deidades tutelares y de sus ancestros.

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