El presente artículo aborda las representaciones y prácticas sociales observadas dentro de un grupo de autoayuda de Narcóticos Anónimos (NA), espacio éste en el que se considera la adicción como una enfermedad. A través de la narración de los sujetos en recuperación, se delinean sus procesos de adicción y recuperación que han vivido. En este contexto, se identifica la existencia de varios procesos que ilustran una serie de prácticas claramente definidas desde el poder. Se describe y analiza la forma en que el grupo de autoayuda adopta la función de una institución total. Asimismo, los adictos en recuperación, al revelar sus representaciones y prácticas en el grupo, manifiestan diversos malestares subjetivos y orgánicos que muestran con precisión un padecer, no una enfermedad.
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