Esta obra –que fue preparada por Velma B. Pickett y Cheryl Black, del Instituto Lingüístico de Verano, y Vicente Marcial Cerqueda, del Centro de Investigación y Desarrollo Binnizá A.C. de Juchitán, Oaxaca- se publica por primera vez en español. La intención de esta Gramática popular es conocer la estructura del zapoteco del Istmo, conocido como diidxazá, en forma sencilla, clara y correcta para que facilite a los zapotecos, o binnizá, bilingües a comprender la estructura de su propia lengua, la cual es como cualquier otra del mundo. También tiene como propósito apoyar a los hablantes del español que deseen conocer esta lengua del Istmo, sin pretender que sea un método para aprender a hablarlo.
La obra se constituye de cuatro: los estudios zapotecos, el grupo lingüístico-cultural zapoteco, la lingüística descriptiva y la tagmémica, y la gramática popular del zapoteco del Istmo.
Estudios zapotecos
La Gramática popular del zapoteco del Istmo representa parte de una larga tradición en estudios zapotecos. Sabemos que se ha estudiado desde fines del siglo XVI, cuando en la Nueva España llegaron a Oaxaca misioneros dominicos en plan de evangelizar. Entre ellos destaca el padre fray Juan de Córdova, quien elaboró un arte del idioma zapoteca y un vocabulario ambos publicados en 1578.
En 1953 y 1955, Velma Pickett publicó varios trabajos referentes a la morfología verbal del zapoteco. Estos estudios clásicos revelan la complejidad del idioma. En 1976, Donna Marks estudió la morfología verbal del zapoteco de la Sierra Juárez para su tesis de maestría en la Universidad de Texas. El estudio más reciente sobre el tema es de San Pablo Güila, municipio de Santiago Matatlán, distrito de Tlacolula, Oaxaca, de Ausencia López Cruz (1997) de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, quien ganó el premio INAH por la mejor tesis de licenciatura en Lingüística en 1998.
En 1959 se publicó el Vocabulario zapoteco del Istmo compilado por Velma Pickett y colaboradores. Tal vocabulario fue corregido y aumentado en la cuarta edición reimpresa en 1973. La reconocida lingüista María Teresa Fernández de Miranda dice en el prólogo que la “competencia profesional (de la doctora Velma Pickett) está de sobra acreditada en los círculos científicos y su experiencia en el conocimiento del zapoteco, idioma que ha estudiado durante más de 20 años, es grande y profunda.”
Durante la década de los setenta, Velma Pickett y Virginia Embrey publicaron el Zapoteco del Istmo, Juchitán, Oaxaca, en el Archivo de Lenguas Indígenas del Estado de Oaxaca (1974), cuya coordinación estuvo a cargo de Gloria Ruiz de Bravo Ahuja. Este importante proyecto pretendía en una primera etapa “archivar una lengua de cada uno de los grupos que tradicionalmente se enumeran para la región: amuzgo, cuicateco, chatino, chinanteco, chocho, chontal, huave, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, zapoteco y zoque”. Con el transcurso del tiempo este proyecto se ha extendido y actualmente pretende abarcar todas las lenguas indígenas de México. Entre las gramáticas publicadas en los años setenta se encuentran: el archivo del zapoteco del Istmo, Juchitán; el del trique de San Juan Copala; el del mixteco de Santa María Peñoles; el del chocho de Santa Catarina Ocotlán; el del mazateco de Chiquihuitlán, entre otros.1
Al presentar la Gramática popular del zapoteco del Istmo de 1998 de Velma Pickett, Cheryl Black y Vicente Marcial, culmina para Velma Pickett una trayectoria de más de 40 años de atención y entrega a la lengua zapoteca. Durante esos años, ella ha buscado corregir, aumentar y mejorar los análisis y los resultados de sus estudios – las evidencias se encuentran en la reedición del vocabulario, las distintas versiones de la gramática y las otras publicaciones sobre aspectos del zapoteco.
El grupo lingüístico-cultural zapoteco
En los últimos años de la época prehispánica floreció la civilización zapoteca en el valle de Oaxaca. Los antiguos zapotecos construyeron grandes centros ceremoniales cuyas ruinas se ven, hoy día, en los sitios arqueológicos de Monte Albán, Mitla, Yagul, Lambityeco, Dainzu y otros.2
De acuerdo con el Censo General de Población de 1990, el zapoteco es hablado por 403 457 personas mayores de cinco años de edad en la República Mexicana, y por 341 583 en el estado de Oaxaca.3
Estudios realizados por el Instituto Lingüístico de Verano han determinado los niveles de inteligibilidad interdialectal del zapoteco en 38 agrupaciones. Éstas se localizan en cinco regiones: oeste, centro, norte, este y sur.4 El XI Censo General de Población y Vivienda (1990), en cambio, distingue solamente ocho variantes que son: zapoteco, zapoteco de Cuixtla, zapoteco de Ixtlán, zapoteco del Istmo, zapoteco del Rincón, zapoteco Sureño, zapoteco Vallista y zapoteco Vijano.5
Ausencia López Cruz6 señala que no se sabe con exactitud cuántas variantes existen -hace falta mucho trabajo lingüístico en diferentes áreas y aspectos para cuantificar las variantes-, sin embargo ella distingue cuatro grupos zapotecos geográficamente:
1. Zapoteco del Valle, abarca los distritos de Etla, Centro, Tlacolula, Ocotlán, Ejutla, Zimatlán y Zaachila; concentrando el mayor número de hablantes en los distritos de Tlacolula y Ocotlán.
2. Zapoteco del Istmo, comprende los distritos de Tehuantepec y Juchitán.
3. Zapoteco de la Sierra Norte, ocupa los distritos de Ixtlán, Villa Alta y una porción mínima de los distritos de Choapan y Tuxtepec.
4. Zapoteco de la Sierra Sur, incluye los distritos de Sola de Vega, Miahuatlán y Yautepec.
Las agrupaciones del centro y sur de Villa Alta muestran un buen grado de inteligibilidad entre los hablantes de distintos pueblos, pero esos hablantes entienden poco del zapoteco hablado en la agrupación al norte de Villa Alta. Sin embargo, las diferencias en la gramática no son tan grandes como las diferencias en la fonología y el léxico. Fuera de Villa Alta las diferencias gramaticales son de más peso, como por ejemplo en Mitla (región del centro) y en Juchitán (región del este).7
La lengua zapoteca goza de gran prestigio. María Teresa Fernández de Miranda comenta en el prólogo del Vocabulario zapoteco8 que: “Todo nativo zapoteco del Istmo, desde el campesino hasta el profesionista, tiene a honra y orgullo el expresarse en la lengua vernácula. El cariño que le profesan sirve de acicate para vigorizarla e incrementar su producción literaria.” Más recientemente, Ausencia López Cruz9 dice: “Para nosotros los zapotecos, la lengua zapoteca es parte de nuestra vida, la llevamos en nuestra sangre y con orgullo nos identificamos con ella […] Adultos, jóvenes y niños la hablan en todos los lugares, empezando por la casa.”
El prestigio y la identificación con la lengua minoritaria son factores importantes que impulsan el uso de la lengua. La lengua también recibe validez cuando se difunde y promueve mediante su aplicación en programas de radio, y en distintos actos culturales y oficiales. La tarea del lingüista contribuye con la elaboración de materiales de apoyo; sean estos los alfabetos, los vocabularios, las cartillas, materiales didácticos, los diccionarios, las gramáticas, colecciones de cuentos, poesía y literatura. Para realizar esa labor se necesita personal entrenado y lingüistas profesionales.
La lingüística descriptiva y la tagmémica
Velma Pickett tuvo influencia directa en la formación de lingüistas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia durante los años setenta. Varias generaciones aprendieron hacer el análisis lingüístico basándose en los ejercicios encontrados en la Introducción a la morfología y sintaxis (1986) de Velma B. Pickett y Benjamin F. Elson, una revisión total de su antecesor en inglés An Introduction to Morphology and Syntax (1962). El propósito del libro consistió en preparar a estudiantes para que conocieran y entendieran la estructura gramatical de una lengua sin escritura. La primera versión se escribió dentro de un modelo tagmémico estricto. La revisión es más general, incluye rasgos y terminología de varios modelos, redactado en “prosa”, evitando en lo posible el uso de fórmulas.
Velma Pickett fue alumna de Charles Hockett y Eugene Nida, miembros fundadores de la escuela americana de la lingüística estructural, quienes desarrollaron el modelo de elemento-y-distribución.
Pickett experimentó de primera mano esta época de polémica cuando se cambió el paradigma en la ciencia de la lingüística. Influida por Kenneth Pike, nos enseñó cómo aplicar la tagmémica al análisis de las lenguas indígenas de México. Ella misma dice en el prefacio de la Introducción a la morfología y sintaxis,
ciertos rasgos del modelo tagmémico nos parecen de importancia básica. Éstos incluyen los conceptos de función y clase, tanto como el ordenamiento de estructuras en una jerarquía de unidades menores dentro de unidades mayores. Pero esperamos que la presentación usada aquí sea suficientemente general para ser útil en más de un modelo teórico. Los estudiantes que continúen el estudio del análisis gramatical después de este curso introductorio podrán encontrar un modelo específico que les abra nuevas perspectivas. Cada sistema de análisis, desde las antiguas gramáticas tradicionales hasta los modelos teóricos más actuales, aporta algo al conocimiento gramatical. Un rasgo específico de una lengua dada puede describirse más fácilmente en términos de una teoría que de otra.
Por lo tanto, aquí Pickett y Elson emplean un doble enfoque pedagógico y tipológico que permite seguir un procedimiento analítico y describir una lengua en forma que sea útil a lectores de cualquier credo teórico.10 Muchos de los ejemplos son de lenguas de México, pero para ejemplificar el material en el libro usan principalmente datos del inglés, del español, del popoluca de la Sierra y del zapoteco del Istmo, es decir, de los cuatro idiomas que ellos hablan. El volumen acompañante Manual de morfosintaxis11 contiene material de un área geográfica más extensa.
Podemos decir que los nuevos modelos teóricos han superado la descripción de los datos empíricos de las lenguas, pero en realidad -no es cierto-, lo fundamental es contar con un corpus amplio y fiel del idioma bajo estudio. Sin tal corpus no se puede construir una teoría de la naturaleza del lenguaje.12
Hasta ahora vemos que dos grandes aportes de Velma Pickett: más de 40 años de estudios zapotecos, y la formación de lingüistas de México en las técnicas de la descripción de lenguas. La publicación de la Gramática popular del zapoteco del Istmo culmina esta labor y responde a una gran necesidad del pueblo zapoteco.
Gramática popular del zapoteco del Istmo
La idea de elaborar gramáticas populares, siguiendo el modelo tradicional, fue de la doctora Doris Bartholomew, quien asesoró algunas de las obras de las series Mariano Silva y Aceves y de Gramáticas de Lenguas Indígenas de México, del Instituto Lingüístico de Verano.13
La meta de cualquier gramática determina su formato y presentación, y también la manera de describir las partes del idioma. Entre los tipos de gramáticas existes tradicionales, pedagógicas, descriptivas y de referencia. Estos mismos pueden seguir distintos modelos lingüísticos: palabra-y-paradigma, elemento-y-proceso, elemento-y-distribución o elemento-y-proceso formalizado, por ejemplo, según el interés del investigador.
Las gramáticas populares se simplifican para responder a un público no especializado. No se envuelven en una terminología ni en las complicadas fórmulas que tanto nos gustan a los lingüistas. Tampoco tratan de comprobar la utilidad de alguna teoría lingüística de moda. El objetivo es práctico: proporcionar los datos básicos del idioma y dar a conocer la estructura general y su riqueza. Velma Pickett elabora esta gramática dirigida a los hablantes del zapoteco y del español, para dar a conocer la estructura del zapoteco, es decir, cómo se forman las palabras y las frases del diidxazá.
La gramática consta de 123 páginas y consiste de tres partes principales:
I. La Introducción tiene una sección referente a los hablantes, un panorama de la gramática, y el alfabeto.
II. Las partes de la oración trata los sustantivos, los pronombres, los adjetivos, los verbos, los adverbios, las preposiciones, las conjunciones, y las interjecciones.
III. Las oraciones presenta las oraciones básicas, cambios en el orden de los elementos, la combinación de oraciones, y los textos, que contiene cuatro, además de trabalenguas y una receta para caldo de pescado.
Por último, presenta un pequeño “Apéndice para lingüistas” en donde explica las consonantes, las vocales y las combinaciones fonéticas de palabras.
En donde resulta útil, los autores muestran esquemas y tablas para resumir datos.
Esta gramática cumple sus propósitos: presenta los datos generales de la lengua zapoteca del Istmo en forma clara y sencilla, además no sólo complementa los materiales lingüísticos disponibles para las lenguas zapotecas; sino que por su contenido, formato, y redacción será una importante obra de consulta para el público en general, y también para los lingüistas exigentes.
Sobre la autora
Martha C. Muntzel
Dirección de Lingüística, INAH.
Citas
- Claudia Parodi, La investigación lingüística en México (1970-1980), México, UNAM, 1981. [↩]
- Morris Stubblefield y Carol Miller de Subblefield, Diccionario zapoteco de Mitla, Oaxaca, México, Instituto Lingüístico de Verano (Serie de Vocabularios y Diccionarios Indígenas “Mariano Silva y Aceves”, núm. 31), 1991, p. vii. [↩]
- Ausencia López Cruz, “Morfología verbal del zapoteco de San Pablo Güila”, tesis de licenciatura, México, ENAH, 1997, p. 7. [↩]
- Inez M. Butler H., Gramática zapoteca, zapoteco de yatzachi El Bajo, México, Instituto Lingüístico de Verano (Serie gramática de lenguas indígenas de México 4, I), 1980, p. xi. [↩]
- Véase Hablantes de lengua indígena, INEGI, 1993, citado por López Cruz, op.cit., p. 7. [↩]
- Ibid., pp. 6-7. [↩]
- Butler, op.cit., p. ix. [↩]
- Velma Berenice Pickett, Crucigramas bilingües: castellano-zapoteco Istmo, México, Instituto Lingüístico de Verano, 1973, p. iii. [↩]
- López Cruz, op.cit., pp. 9-10. [↩]
- Velma B. Pickett y Benjamin F. Elson, Introducción a la morfología y sintaxis, México, Instituto Lingüístico de Verano, 1986. [↩]
- William R. Merrifield, C. M. Naish, C.R, Rensch y G. Story, Laboratory Manual for Morphology and Syntax, Santa Ana, California, Summer Institute of Linguistics, 1967. [↩]
- Martha C. Muntzel, “A survey of grammars” (inédito), 1983. [↩]
- Butler, op.cit., p. vii. [↩]