Las construcciones causativas en el zapoteco

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Un agradecimiento afectuoso para Víctor
Cata, gran conocedor de su lengua y su
cultura, y un buen amigo.

A partir de un análisis de verbos causativos como resultado de un tipo de formación de palabras (la modificación por cambio de valencia)1 que se manifiesta con diferentes recursos morfofonológicos, he puesto atención en la complejidad de las construcciones causativas que tienen implicaciones morfológicas, sintácticas y semánticas interesantes. En este trabajo voy a hacer una breve referencia a estas construcciones en relación con la morfología de los verbos causativos y principalmente con su complejidad sintáctica que tiene que ver con algunas afirmaciones tipológicas importantes como las de Comrie,2 obsérvese la siguiente cita:

Aunque hemos visto mucha variación entre las lenguas en la valencia de verbos causativos en relación con verbos no-causativos, aún hay una cierta tendencia general que emerge —un patrón del cual las lenguas tienden a desviarse muy poco, y de manera restringida—. Si proponemos una jerarquía Sujeto-Objeto Directo-Objeto indirecto-Objeto Oblicuo (OBL), entonces podemos establecer esta tendencia general como sigue: el causee3 ocupa la posición más a la izquierda (o más alta) de la jerarquía que no esté llenada ya por algún argumento del verbo causativo.4

En relación con la cita anterior, pretendo comprobar que la propuesta de Comrie respecto al orden jerárquico de las funciones se ratifica en una lengua como el zapoteco que no tiene marca morfológica de caso, pero que señala las funciones sintácticas por medio de un orden básico relativo, es decir, aunque otras formas de ordenación son posibles y se justifican por razones prágmatico-discursivas, es posible reconocer dentro de estos órdenes uno básico (VSO) en el que observaremos la disposición de las funciones sintácticas en construcciones causativas del zapoteco de Juchitán.5

En términos generales, la causatividad está en relación con el número de participantes de la acción y sus roles desempeñados, por ejemplo, a partir de una oración intransitiva con un solo participante (sujeto, en adelante S), de una transitiva (con un S y un objeto directo, en adelante OD) o de una bitransitiva (con S, OD y objeto indirecto, en adelante OI) se puede construir una oración causativa en la que se verá incrementada la valencia del verbo y la aparición sintáctica de otro participante que desempeña el rol de causante, es decir, aquél o aquello que hace que otro ejecute la acción.

El zapoteco es una lengua que expresa la causatividad de dos maneras: una sintética y otra analítica. La expresión sintética es el uso directo de un verbo causativo, véase el ejemplo (1) tomado de Pickett et al.6

(1)7

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Una construcción causativa analítica es la que se vale de otro verbo para expresar la causatividad, por ejemplo, el verbo [-uni-] ‘hacer’:

(2)

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En este ejemplo, la acción principal de ‘regalar’ está expresada con el verbo de una cláusula subordinada dependiente del verbo ‘hacer’.

Formación de verbos causativos en el zapoteco

En las lenguas zapotecas la formación de verbos causativos es regular. La mayoría de los verbos intransitivos zapotecos tienen un verbo correspondiente que por medio de procedimientos morfológicos aumenta un grado su valencia y da como resultado un verbo transitivo cuando proviene de uno intransitivo, o un verbo bitransitivo cuando se deriva de uno transitivo. Las construcciones causativas en el zapoteco, regularmente llevan un verbo transitivo o bitransitivo derivado donde el sujeto de este verbo siempre va a cumplir el rol de causante.

Estos procedimientos morfológicos que indican el cambio de valencia consisten en la adición de una vocal temática que sigue a que sigue a las marcas TAM, y que se realiza como [-u-] delante de los prefijos, de habitual, irrealizado, progresivo, futuro, perfecto y potencial, es decir, el habitual {ri-} tiene un correspondiente {ru-} para verbos causativos; la forma para el completivo simplemente es {bi-}.8 Esta vocal temática también se ha analizado como parte de la marca aspectual.9 Además se usa otro prefijo para indicar el cambio de valencia o causatividad.10 También se indica la causatividad con un cambio de lenis a fortis en la consonante inicial de la raíz verbal. Otros verbos sólo requieren del uso de la vocal temática para indicar cambio de valencia o causatividad. Véanse los siguientes ejemplos tomados de Pickett11 del (3) al (9):

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Con lo anterior podemos decir que la relación entre verbos causativos y no causativos en zapoteco se establece de manera morfológica. Según lo dicho por Comrie,12 los causativos morfológicos mantienen dos características prototípicas: 1) el hecho de manifestar la relación entre los verbos causativo y no causativo por la presencia de un afijo, y 2) la productividad de la derivación, es decir, idealmente, cualquier verbo puede derivar su causativo con dicha manifestación formal.

En el zapoteco, desde luego, esta característica ideal tiene restricciones ya que algunos verbos no pueden formar su correspondiente causativo morfológicamente, por ejemplo, algunos verbos cuya valencia ya ha sido aumentada y los verbos bitransitivos que son ya derivados. El primer caso es el verbo ‘llenar’ (tr.) que se de riva del verbo ‘llenarse’ (intr.) y sólo puede presentar una construcción causativa analítica:

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La raíz transitiva ‘llenar’ mantiene una relación morfológica con la raíz intransitiva ‘llenarse’, véase el ejemplo siguiente:

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El verbo ‘llenarse’ sufre una modificación morfofonológica para derivar su correspondiente causativo “llenar”, esta modificación es el cambio de la consonante inicial lenis del verbo instransitivo a una consonante fortis del verbo transitivo (dx- ch) en la raíz verbal, además de usar {bi-} para el completivo del verbo causativo en lugar de {gu-}. En este sentido parece que este verbo sólo acepta una sola derivación por cambio de valencia y su construcción causativa debe hacerse de forma analítica.

Hay un pequeño grupo de verbos que sí pueden aceptar derivación sobre derivación para formar un transitivo de un intransitivo y un bitransitivo del correspondiente transitivo derivado. Pickett et al.13 mencionan los siguientes:

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Otro caso son los verbos bitransitivos que ya no permiten aumento de valencia, por ejemplo, ‘dar’ y ‘regalar’:

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Los ejemplos anteriores son casos de construcciones causativas analíticas, donde los verbos ‘dar’ y ‘regalar’ ya no permiten la formación de un verbo correspondiente derivado, es decir, a un verbo bitransitivo ya no se le puede aumentar la valencia en zapoteco, como es el caso de ‘regalar’ (bitr.) que es un verbo ya derivado de ‘regalarse’ (tr.)(ver (16) y (17)), por lo tanto la construcción causativa sólo puede darse de manera analítica, como en (14).

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Por otra parte, algunos verbos simplemente no permiten el cambio de valencia, por ejemplo el verbo ‘comer’ en el zapoteco de Juchitán no tiene su correspondiente causativo ‘hacer comer’.

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Las construcciones causativas

Como ya se ha notado, el aumento de valencia del verbo conlleva consecuencias sintácticas y semánticas en la construcción oracional. El caso de un verbo transitivo derivado de uno intransitivo presentará dos argumentos en lugar de uno. Obsérvense los ejemplos siguientes:

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De la misma manera, en el caso de las construcciones causativas no sólo aumenta el número de argumentos sino que se altera la distribución de los mismos en la oración. Semánticamente se reconoce la existencia de la causa y el efecto, es decir, alguien o algo que hace que se realice la acción (causante) y alguien que realiza o experimenta la acción. Comrie14 establece un orden jerárquico de funciones sintácticas que el sujeto de la construcción no-causativa (causee para Comrie,15 —aquel que realiza o experimenta la acción — debe respetar en la construcción causativa según el número de argumentos presentes en la oración:

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El sujeto de la construcción no-causativa (causee) siempre cumple la función más alta disponible en la jerarquía, después de la de sujeto (S) que está cubierta por el causante en la construcción causativa. Es decir, si se trata de un verbo intransitivo, el causante ocupa el lugar del S y el S de la construcción correspondiente no-causativa ocupará el de OD que es la posición más alta de las disponibles; pero si el verbo es transitivo, el causante es S y el lugar de OD está ocupado, entonces el S de la no-causativa ocupará el lugar del OI; y por último, si el verbo es bitransitivo, el causee sólo puede ocupar la posición del oblicuo (OBL) porque las demás están ocupadas (OD y OI). Véase el cuadro siguiente tomado de Comrie:16

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Las lenguas de caso morfológico marcan las funciones de S, OD, OI y OBL regularmente con enclíticos que definen la función sintáctica de las frases nominales que funcionan como participantes de la acción en una oración. En el caso de las construcciones causativas, las marcas morfológicas o enclíticos definirán al causante como S de la oración y al que era S de la construcción no-causativa, como OD si el verbo es intransitivo, como OI si es transitivo , y como OBL si es bitransitivo, pongamos por caso los ejemplos del turco tomados de Comrie:17

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En (25b) el OBL no está marcado con un sufijo o marca de caso sino con una posposición, tarafindan, glosada como ‘by’.

Orden básico de las construcciones causativas

El zapoteco no es una lengua de casos marcados morfológicamente. Las funciones oracionales se definen por su disposición en la oración y el orden jerárquico propuesto por Comrie se sostiene.

El orden básico de las oraciones en el zapoteco es VS(O).18 Véanse los siguientes ejemplos:

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Aunque el orden SV (O) también es frecuente:

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Por razones pragmático-discursivas hay un cambio de orden de constituyentes y el sujeto ocupa la primera posición o posición de tópico en la oración, y el resto de los constituyentes permanecen intactos (pueden aparecer algunas marcas morfológicas de tópico o persona que no se van a tratar aquí, ver (15) y (38)). Pickett et al.19 hablan de un sujeto enfatizado. En lo que sigue haremos referencia a estos dos órdenes.

En una construcción causativa construida a partir de una no-causativa con verbo intransitivo el causante ocupa el lugar del S, y el sujeto de la no-causativa ocupa el lugar dispuesto para un O en una construcción transitiva. Véanse los siguientes ejemplos, con el verbo ‘volar’ y con el verbo ‘caminar’:

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Estas oraciones también son posibles con el orden SV(O):

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En una construcción causativa construida a partir de una no-causativa con verbo transitivo, el S de la no-causativa ocupa el lugar de un OI según una construcción bitransitiva donde el OI se coloca después del OD (ver (34)). Véase el lugar que ocupa ‘un niño’ en la construcción no-causativa (35) con respecto a la construcción causativa correspondiente (36):

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Otro ejemplo con el orden alternativo de constituyentes (S-VOD-OI)

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Ya que los verbos bitransitivos no permiten aumento de valencia, no he registrado ninguna construcción causativa donde el causee ocupe una posición de OBL en el zapoteco de Juchitán, las construcciones causativas para estos verbos se forman de manera analítica, como se ilustró antes con el ejemplo (2) (= (39)):

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En esta construcción causativa el verbo principal ‘regalar’ ya no permite otra derivación puesto que es un verbo ya derivado por aumento de valencia, y la cláusula depende de un verbo transitivo ‘hacer’, para funcionar como una subordinada de objeto.

Conclusiones

El orden jerárquico de las funciones oracionales presentado por Comrie20 para las construcciones causativas se mantiene parcialmente en el zapoteco de Juchitán ya que no hay casos donde el sujeto de la construcción no-causativa con verbo bitransitivo funcione como OBL en su correspondiente construcción causativa. La construcción causativa con verbos bitransitivos requiere de una construcción analítica donde la construcción no-causativa depende de una oración con verbo transitivo, y parece funcionar como una subordinada de objeto. La mayoría de las construcciones causativas en el zapoteco exigen un verbo causativo derivado que se construye por procesos morfo-fonológicos para indicar cambio de valencia.

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Bibliografía

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Rojas Torres, Rosa María, “La formación de palabras desde el punto de vista del contenido en lenguas zapotecas: la modificación y el desarrollo”, en Dimensión Antropológica, vol. 21, México, 2001, pp. 173-191.

Shibatani, M. (ed.), Syntax and semantic 6: The grammar of causative constructions, New York, Academic Press, 1976.

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Suárez, Jorge A., Las lenguas indígenas mesoamericanas, México, INI-CIESAS, 1995.

Sobre la autora
Rosa María Rojas Torres
Dirección de Lingüística, INAH.


Citas

  1. Esta clasificación la he presentado en Rosa María Rojas, “La formación desde el punto de vista del contenido en lengua zapotecas: la modificación y el desarrollo”, en Dimensión Antropológica, vol. 21, 2001. La modificación por cambio de valencia consiste formar verbos con valencia mayor a la del verbo del cual derivan, es decir, que exijan determinado número de argumentos a partir de verbos que tengan un argumento menos. En todos los casos la modificación es provocada por el cambio de valencia que afecta a la base y que determina la formación de un nuevo verbo. La raíz es siempre el elemento determinado por esta función determinante que formalmente se manifiesta con la vocal temática que se coloca después del paradigma de flexión (TAM), con ésta más un prefijo, o con vocal temática y un proceso. []
  2. Bernard Comrie, “Causatives and universal grammar”, en Transactions of the Philological Society, 1974; Bernard Comrie, “The syntax of Causative constructions cross-language similarities and divergences”, en M. Shibatani (ed.), Syntax and semantic 6: The grammar of causative constructions, 1976; Bernar Comrie, “Causative verb formation and other verb-deriving morphology”, en Timothy Shopen (ed.), Language typology and syntactic description, 1985. []
  3. El causee es el término que utiliza Bernard Comrie, op. cit., 1985, para referirse al sujeto del verbo no-causativo que desempeña otra función sintáctica en la correspondiente construcción causativa. La cursiva destacada en la cita es mía. []
  4. Ibidem, p. 342. []
  5. En este trabajo utilizo la ortografía práctica de esta variante sin marcación de tonos ni acento para los ejemplos elicitados dado que no son relevantes para la argumentación. Los datos tomados de Velma B. Pickett et al., Gramática popular del zapoteco del Istmo, 1998, se citarán tal como aparecen en sus textos respecto a la ortografía. []
  6. Velma Pickett et al., Gramática popular del zapoteco del Istmo, 1998, p. 51. []
  7. He modificado un poco los ejemplos de Velma B. Pickett (idem) (1998) con el fin de unificar las glosas. []
  8. Ibidem, p. 61. []
  9. Idem; Morris Stubblefield y Elena E. de Hollenbach, “Gramática Zapoteca. Zapoteco de Mitla, Oaxaca, 1991. Para las glosas de este trabajo se seguirá este último análisis, y he resuelto en señalarlo con la abreviatura del prefijo del TAM correspondiente más la abreviatura caus, por ejemplo: Hcaus para la marca de habitual con vocal temática de causativo {ru-}. []
  10. He optado glosar este prefijo como CAUS. []
  11. Velma B. Pickett et al., op. cit., pp. 61-65. []
  12. Bernard Comrie, “Las construcciones causativas”, en Universales del lenguaje y tipología lingüística. Sintaxis y morfología, 1989 [1981]. []
  13. Velma B. Pickett et al., op. cit., p. 65. []
  14. Bernard Comrie, op. cit., 1985. []
  15. Idem. []
  16. Idem. []
  17. Ibidem, p. 323. []
  18. Velma B. Pickett et al., op. cit., p. 97; Jorge Suárez, Las lenguas indígenas mesoamericanas, 1995. []
  19. Velma B. Pickett et al., op. cit., p. 97. []
  20. Bernard Comrie, op. cit., 1985. []

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