El impacto de la presencia española en México no puede medirse cuantitativa, sino cualitativamente. Entre los peninsulares llegados en la etapa de la emigración en masa, la mayoría era de Asturias. Aquí estudiamos a un puñado de ellos, que aparte del origen compartieron la explotación de la industria textil en Puebla. En concreto examinamos tres aspectos: primero su silueta demográfica, que se ajustó al patrón clásico por cuanto al origen rural, la mocedad, la pobreza, las ansias de “hacerse ricos” y el apoyo inicial de parientes y paisanos, puesto que —siguiendo la tradición colonial— llegaron en cadena. En segundo lugar analizamos sus actividades económicas, pues también comprendieron otras ramas de la economía poblana (a veces más allá de las fronteras del estado). Pero no todo el pequeño grupo fue económicamente homogéneo, pues ni aquellos cuya fortuna fue mayor estuvieron a la altura de los grandes capitalistas españoles de la ciudad de México. Por último referimos su inserción social, destacando las causas que la limitaron y la propiciaron, en el conjunto de la sociedad poblana y en una cierta franja de la misma. Es fácil adivinar que en este asunto medió su pertenencia a una clase social específica, lo mismo que al conglomerado de extranjeros más influyente en la historia social de nuestro país.
[Texto completo].:: INDUSTRIA TEXTIL
El tema del libro, expresado claramente en el subtítulo, se inscribe en el marco de una corriente de investigación que recibe un fuerte impulso en la década de los años setenta -la historia social y del trabajo- y que no parece en riesgo de perder aliento en los años por venir. Hasta donde se puede ver, el trabajo, al lado de la tierra y el capital, continuarán siendo los pilares de la economía en el siglo XXI, como lo fueron en el siglo de David Ricardo.
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