A partir de una investigación sobre el carnaval otomí de Santa Ana Hueytlalpan (Hidalgo), el autor demuestra que la presión de la historia, del mestizaje y de la dependencia económica a la emigración a Estados Unidos, han favorecido el resurgimiento en la comunidad de una estructura dualista tradicional articulada por las oposiciones: masculino/femenino, alto/bajo, exterior/interior, vida/muerte.
[Texto completo].:: OTOMÍES
Regina Martínez demuestra su argumento a través de la forma en que los indígenas otomíes resignifican los espacios urbanos de Guadalajara. Hay en el libro dos virtudes importantes: una la manera original de ver a la migración como un laboratorio en el que se ponen en evidencia los mecanismos de negociación histórica, social y cultural que se materializan como significados en la definición de cultura, probablemente más en boga en la antropología moderna; y la segunda, que son pocos los textos antropológicos que describen cómo se genera la significación, y menos aún los que definen el proceso.
[Texto completo]El centro norte se delimita con las estribaciones internas de las sierras madres Oriental y Occidental, colinda al norte por el altiplano potosino, que marca el inicio de los desiertos, y al sur con el parteaguas donde se originan las cuencas de los sistemas Tula Pánuco y Lerma Santiago. Esta extensión se localiza al noroeste de la Meseta Central, fuera del valle de México. Actualmente, abarca los estados de Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro, la parte meridional de Guanajuato y una sección de Michoacán, así como el sureste de Hidalgo y noroeste del Estado de México. Es una zona heterogénea desde el punto de vista ambiental y geofísico, donde los diferentes grupos humanos encontraron los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades de habitación, de vestido, o instrumentos de trabajo y protección; además utilizaron las tierras fértiles para la agricultura, recolección y caza, y de manera constante explotaron los bosques.
[Texto completo]Los otomíes pertenecían a la familia lingüística otomiana, unica en Mesoamérica que, ocupando un territorio continuo y no demasiado extenso, se dividió en dos grupos culturalmente opuestos. El de los otomíes, mazahuas, matlatzincas y ocuiltecas de cultura mesoamericana y los pame y chichimecas, jonaz relacionados con los cazadores-, recolectores del norte de México (Carrasco Pizana, 1979). Estos últimos son los actuales habitantes del estado de Hidalgo y los primeros, poseedores de la cultura mesoamericana con una base aagrícola, son los asentamientos otomíes de nuestros días del Estado de México (Galinier, 1979).
[Texto completo]El contenido de Persistencia histórico-cultural. San Miguel Tolimán tiene una gran utilidad tanto para los estudiantes como para los especialistas de la cultura otomí y la historia regional. Además de proporcionar una revisión bibliográfica de trabajos teóricos y metodológicos, fuentes documentales y otros estudios relacionados, toma en cuenta la tradición oral y el análisis simbólico, todos los cuales sirven para orientar estudios futuros y amplían nuestros conocimientos sobre el grupo otomí.
[Texto completo]En el presente apartado trato de identificar la caracterización de los sonidos descritos por Cárceres, siguiendo de cerca la discusión de los “apuntamientos” para tratar de esclarecer el valor fonológico (en términos de Nebrija la boz y fuerza) de las letras utilizadas por éste.
[Texto completo]No cabe duda de que el presente libro cumple cabalmente con su cometido: contribuir al análisis de las relaciones de necesidad entre la estructura social y los sistemas rituales. A partir de su lectura podemos adquirir una visión general y comparativa entre las diferentes maneras en que nahuas, otomíes, mazahuas, matlatzincas y atzincas llevan a buen término la reproducción simbólica y material de sus comunidades.
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