Al mismo tiempo, sin embargo, el libro Hablemos purépecha. Wantee juchari anapu es un llamado que abre la posibilidad para su rescate efectivo como lengua viva. Ya Parlons purépecha había hecho este llamado, pero a un público mucho más limitado, el francés y académico, apareciendo en una serie de manuales de todas las lenguas del mundo, con limitaciones de tamaño y diseño (en la colección titulada Parlons). Antes Claudine Chamoreau había realizado trabajos dirigidos también a un público restringido, el de los lingüistas profesionales, en su voluminosa tesis de doctorado, de 1998, en su Grammaire du purépecha parlé sur les îles du lac de Pátzcuaro, de 2000, que resume la tesis, así como en su descripción de El purépecha de Jarácuaro, de 2003. Pero sólo ahora que Parlons purépecha se hizo Hablemos purépecha, la búsqueda del rescate científico —aunado a la búsqueda de un rescate efectivo, al invitar a hablar el purépecha— se vuelve radical y muy ambiciosa.
[Texto completo].:: PURÉPECHA
En la famosa disputa que tuvo lugar ya hace más de dos décadas y en la que participaron como protagonistas principales el filósofo Karl R. Popper y el sociólogo Theodor W. Adorno, este último sostuvo categóricamente que las ciencias sociales, o son críticas, o no son nada.
[Texto completo]La publicación de Parlons purepecha es un paso importante, porque marca el intento de transmitir a un público relativamente amplio una parte de los conocimientos especializados adquiridos sobre la lengua y la cultura purépecha contemporáneas. La organización y la brevedad del libro responden, supongo, al formato de la notable colección Parlons, dirigida por Michel Malherbe en la editorial académica francesa L’Harmattan, que incluye manuales sobre una serie de lenguas, muchas de las cuales, lo confieso, no puedo siquiera ubicar en el mapa.
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