Las condiciones de calle del pentecostalismo chileno de la primera mitad del siglo XX influyeron en la concepción de una identidad peregrinal. Ésta misma significó una preparación permanente frente al fin inminente. No había que aprovisionarse de nada, sólo de lo principal: el Espíritu Santo, quien era recibido en las ritualidades comunitarias. Todo esto fue entendido por los otros como fanatismo, locura, ignorancia y sinónimo de pobreza. Sin embargo, esto permitió a los marginados convertidos al pentecostalismo encontrar los recursos simbólicos necesarios para soportar las condiciones miserables del desempleo, la situación precaria del trabajo, la desnutrición, la falta de viviendas, el analfabetismo, los altos índices de enfermedades, la alta mortalidad infantil y los bajos índices en la esperanza de vida.
[Texto completo]En este documento se establece el vínculo existente entre un conjunto de representaciones colectivas y el “trato a los muertos” para explicar la presencia de “sentido” en una comunidad inserta en un proceso de globalización. De esta forma se describe una serie de actividades rituales, enfocadas especialmente hacia el trato del cadáver y las diversas etapas por las que atraviesa el cuerpo.
[Texto completo]La obsidiana fue una materia prima que concentró un gran esfuerzo de innovación tecnológica en el México antiguo. Por su abundancia y versatilidad intervino en muchos aspectos de la vida cotidiana, ritual y política, de los que uno de los menos conocidos es el de la curación (healing). Hay varias menciones en las fuentes, especialmente en Sahagún, sobre el uso de este vidrio para tratar diferentes problemas de salud, por ejemplo reducida a polvo muy fino para los ojos y lasqueadas en navajas para sangrados. Asimismo la obsidiana participó directa e indirectamente en procesos productivos que operaban también en el ámbito de la medicina tradicional, como es el caso de los raspadores de maguey, utilizados para la producción de pulque y aguamiel. Algunas de estas prácticas sobrevivieron durante la época colonial hasta la actualidad y nos proporcionan un valioso registro comparativo.
[Texto completo]En este trabajo abordamos un ritual festivo común en la vida de muchas jovencitas yucatecas: la fiesta de XV años. A partir de un estudio etnográfico realizado en la ciudad de Tzimín, y partiendo de un enfoque antropológico, el objetivo fue el de descubrir dentro de los escenarios alternativos recreados en dicha fiesta, las múltiples facetas de la diversidad humana, conductas, valores y expresiones que poseen una gran carga simbólica. El estudio de esta celebración nos permite acceder a la subjetividad de los individuos en donde los principales elementos involucrados son el prestigio, el cuerpo y el género.
[Texto completo]CRISTAL BRUÑIDO
Paralelamente, en el caso tarahumara vivir en los cerros se concibe como un lugar donde se sienten protegidos. Esta protección, que puede interpretarse como abrigo —tal y como lo es la matriz o la placenta—, lo reflejan muy bien las palabras kawisore, kemaka o himala, que significan cobija y placenta. Asimismo, para hablar de la tierra se usa la palabra wichi-moba, que a su vez hace referencia a la piel o wichi.
Viaje a la Huasteca… es una obra que precisa de diferentes lecturas. Los cuarenta y cuatro ensayos y reportes que la integran develan importantes aspectos relativos a la configuración cultural de Mesoamérica, agrupados en tres grandes capítulos. Reúnen —en cada caso— contribuciones etnológicas, arqueológicas y etnohistóricas.
[Texto completo]Este libro es una reivindicación de Norteamérica como campo de estudio etnológico. Désveaux nos habla de una región que ha producido algunos de los pilares de nuestra disciplina —como Morgan, Boas, Kroeber y Lowie— y que ha sido de una enorme importancia en la obra de Lévi-Strauss.
[Texto completo]El libro en su conjunto, con su introducción, las narraciones y las notas aclaratorias que las acompañan, nos acerca a las creencias religiosas de un alto porcentaje de la población no sólo del medioevo europeo, sino también de la Nueva España, del siglo XIX y aun de nuestra sociedad actual.
[Texto completo]Si buscamos algunos rastros de la diversidad étnica y cultural de la población mexicana a través de los guarismos recabados por los censos nacionales desde 1895 hasta la actualidad, resulta evidente la escasa aportación de los inmigrantes internacionales al bono demográfico nacional durante el siglo XX.
[Texto completo]El impacto de la presencia española en México no puede medirse cuantitativa, sino cualitativamente. Entre los peninsulares llegados en la etapa de la emigración en masa, la mayoría era de Asturias. Aquí estudiamos a un puñado de ellos, que aparte del origen compartieron la explotación de la industria textil en Puebla. En concreto examinamos tres aspectos: primero su silueta demográfica, que se ajustó al patrón clásico por cuanto al origen rural, la mocedad, la pobreza, las ansias de “hacerse ricos” y el apoyo inicial de parientes y paisanos, puesto que —siguiendo la tradición colonial— llegaron en cadena. En segundo lugar analizamos sus actividades económicas, pues también comprendieron otras ramas de la economía poblana (a veces más allá de las fronteras del estado). Pero no todo el pequeño grupo fue económicamente homogéneo, pues ni aquellos cuya fortuna fue mayor estuvieron a la altura de los grandes capitalistas españoles de la ciudad de México. Por último referimos su inserción social, destacando las causas que la limitaron y la propiciaron, en el conjunto de la sociedad poblana y en una cierta franja de la misma. Es fácil adivinar que en este asunto medió su pertenencia a una clase social específica, lo mismo que al conglomerado de extranjeros más influyente en la historia social de nuestro país.
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